Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones. Martes, 3 de diciembre de 2024.


Tiempo Litúrgico: Adviento. Semana I.
   Color del día: Blanco.  


Oración colecta

Oh, Dios, adquiriste para ti pueblos numerosos por la predicación de san Francisco Javier, haz que los fieles se apasiones con su mismo celo por la fe, y que la santa Iglesia se alegre de ver crecer en todas partes el número de sus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA
Sobre él se posará el espíritu del Señor
Lectura del libro de Isaías 11, 1-10

Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y entendimiento espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor del Señor.

Lo inspirará el temor del Señor.

No juzgará por apariencias ni sentenciará de oídas; juzgará a los pobres con justicia, sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra; pero golpeará al violento con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.

La justicia será ceñidor de sus caderas, y la lealtad, cinturón de sus caderas.

Habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito, el ternero y el león pacerán juntos: un muchacho será su pastor.

La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león como el buey comerá paja.

El niño de pecho retoza junto al escondrijo de la serpiente, y el recién destetado extiende la mano hacia la madriguera del áspid.

Nadie causará daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país del conocimiento del Señor, como las aguas colman el mar.

Aquel día, la raíz de Jesé será elevada como enseña de los pueblos: se volverán hacia ella las naciones y será gloriosa su morada.

Reflexión sobre la Primera Lectura

Esta profecía de Isaías nos refiere cuáles son las características del tiempo Mesiánico. El elemento central que, de hecho es el que domina toda la escena, es la acción del Espíritu de Dios, el cual dirige toda la nueva realidad mesiánica. Es por medio de la acción poderosa de Dios que se puede vivir una realidad diferente en la vida del hombre.

Es esencialmente un sólo Espíritu que se manifiesta de diferentes maneras en la vida de aquellos que lo reciben y que lo dejan actuar con libertad en su propia vida.

Si nuestro mundo vive aún bajo el régimen de la injusticia, de la violencia, del egoísmo, es porque muchos de aquellos que desde el bautismo hemos recibido este Espíritu, no lo dejamos obrar con libertad, y preferimos continuar viviendo de acuerdo a nuestros criterios y deseos.

La Navidad celebra el inicio de la nueva creación, la llegada del tiempo mesiánico. Abramos nuestro corazón a la presencia activa de Dios para que nuestra fiesta de Navidad, sea la fiesta también de nuestra vida en el Reino mesiánico, en el cual todas la cosas han sido hechas nuevas.

Salmo responsorial
Sal 71, 1-2, 7-8. 12-13. 17
R. En sus días florezca la justicia 
y la paz abunde eternamente.
  • Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.
  • En sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R.
  • Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R.
  • Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol; él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R.

EVANGELIO
Jesús, lleno de la alegría en el Espíritu Santo
Lectura del santo Evangelio
según san Lucas 10, 21-24

En aquella hora Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.

Todo me lo ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar».

Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».

Reflexión sobre el Evangelio

Estas palabras de Jesús nos las podemos aplicar todos los cristianos, ya que nuestros ojos ven y nuestros oídos pueden oír la realidad del Reino presente entre nosotros.

Dios nos ha revelado en su Hijo el gran amor que nos tiene, y es ahora el Hijo quien nos revela al Padre, y con él, somos capaces de experimentar el amor de Dios en nuestras vidas.

Sin embargo, este conocimiento y esta vida de Dios en nosotros, la experiencia del Reino no es aún completa y definitiva, pues todavía puede y debe crecer. Y lo hará en la medida que seamos como los niños, teniendo una mirada inocente y transparente para mirar al mundo.

¿Por qué debemos pensar siempre mal de los demás? Dejemos el juicio a Dios y veamos mejor las cosas buenas y positivas de los demás, que generalmente, son muchas más que las negativas.

Antífona de la Comunión

Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, dice el Señor; y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea.

Comunión espiritual

Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén

Después de la Comunión

Oh, Dios, que tus sacramentos enciendan en nosotros aquella ardiente caridad que inflamó a san Francisco Javier por la salvación de las almas, concédenos que, viviendo más dignamente nuestra vocación, consigamos con él la recompensa prometida a los buenos servidores. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración

Padre bueno, dame de ese Espíritu que hiciste reposar en Jesús, ese Dador de los siete dones.

Dame sabiduría para saborear cada situación en mi vida, inteligencia para entenderme y entender a mis hermanos, consejo para llevarte a la vida de mis hermanos, fortaleza para permanecer firme en la tribulación, ciencia para penetrar en tus misterios insondables, piedad para que a cada instante crezca en mí el deseo de estar en intimidad contigo y un santo temor de ofenderte que me lleve a huir de las ocasiones de pecado; dame tu Espíritu de vida para configurarme con tu Hijo Jesús, mi Señor.

Acción

Hoy me aprenderé los siete dones del Espíritu Santo y los pediré a lo largo del día.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Adaptado de:
Archidiócesis de Madrid, Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), ACI Prensa.
Verificado en:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2024-2025, Conferencia Episcopal de Costa Rica.