Tiempo Litúrgico: Ordinario. Semana I.
Color del día: Rojo.
Memoria obligatoria: Santo Cristo de Esquipulas.
Memoria libre: San Pablo el Ermitaño.
Antífona de entrada
Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, vida y resurrección, por el somos salvados y liberados.
Oración colecta
Oh, Dios, que para salvar al género humano has querido que tu Unigénito soportara la cruz, concede, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Tenía que parecerse en todo a sus
hermanos, para ser misericordioso
Lectura de la carta a los
Hebreos 2, 14-18:
Lo mismo que los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la vida entera como esclavos.
Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar los pecados del pueblo. Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.
Palabra de Dios
Reflexión sobre la Primera Lectura
La liturgia nos propone este hermoso texto que nos invita a reflexionar en lo importante que somos nosotros delante de Dios. Distintamente a lo que muchos pudieran pensar, nosotros no somos una creación cualquiera, sino única y exclusiva de Dios, creatura a la cual, por medio de Jesús, nos incorporó a su familia y, por ello, podemos llamar verdaderamente Padre a Dios.
Pero más aún, somos tan importantes y nuestra vida es tan apreciada por Dios que envió a su único Hijo para que, dando su vida en rescate, nos diera la vida.
Imagínate, pagó tu vida eterna con su propia vida. Ya no eres más esclavo, sino que ahora eres hijo de Dios. ¿Cómo no responder con generosidad a un Dios que te ama tanto? ¿Cómo no darle lo mejor de ti a Aquél que entregó su sangre para que tuvieras vida y la tuvieras en abundancia?
Salmo responsorial
Sal 104,1-2.3-4.6-7.8-9
R/. El Señor se acuerda
de su alianza eternamente
- Dad gracias al Señor, invocad su nombre, dad a conocer sus hazañas a los pueblos. Cantadle al son de instrumentos, hablad de sus maravillas. R/.
- Gloriaos de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor. Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro. R/.
- ¡Estirpe de Abrahán, su siervo; hijos de Jacob, su elegido! El Señor es nuestro Dios, él gobierna toda la tierra. R/.
- Se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil generaciones; de la alianza sellada con Abrahán, del juramento hecho a Isaac. R/.
Aclamación antes del Evangelio
Jn 10, 27
R/ Aleluya, aleluya
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor, y yo las conozco, y ellas me siguen. R/
EVANGELIO
Curó a muchos enfermos
de diversos males
Lectura del santo evangelio
según san Marcos 1,29-39
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, cuando todavía era muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y, al encontrarlo, le dijeron: «Todo el mundo te busca».
Él les responde: «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido».
Así recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.
Palabra del Señor.
Reflexión sobre el Evangelio
Nuestro evangelio nos resalta tres elementos esenciales en la vida de Jesús: La predicación incansable del Reino, dar la salud a los enfermos y expulsar a los demonios, y la oración. Es decir, la predicación siempre tendría que estar acompañada de signos (sanar y expulsar demonios) y de la oración.
La primera comunidad lo entendió perfectamente, y de manera especial los apóstoles, quienes reproducían la misma forma de proceder del Maestro: no se cansaban de anunciar la Buena Noticia del Reino, sanaban y oraban incansablemente.
Los milagros eran algo normal entre los creyentes. Era una comunidad sumergida en el misterio del amor de Dios en donde lo extraordinario se convierte en ordinario y lo imposible en la realidad cotidiana.
Si nosotros verdaderamente nos decidimos a ser discípulos, a orar y vivir conforme la enseñanza del Maestro, veremos nacer en nosotros un deseo inmenso de predicar y nuestra predicación estará siempre acompañada de signos. ¿Seremos capaces de intentarlo?
Antífona de comunión
Cuando ya sea elevado sobre la tierra, atraerá a todos hacia mí, dice el Señor.
Comunión espiritual
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén
Oración después de la comunión
Alimentados con tu sagrado banquete, te pedimos, Señor Jesucristo, que lleves a la gloria de la resurrección a los que has redimido mediante el leño de la cruz vivificadora. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Oración
Señor, ¿cómo pudiera responder adecuadamente y con gratitud a aquello que has ganado para mí? Diste tu vida entera para hacerme partícipe de tu vida inmortal; lo único que se me ocurre es ofrecerte mi vida entera, sé que no es tan grande y poderosa como la tuya, sin embargo, sí es lo mejor que tengo, y así te la doy, acéptala por tu infinito amor.
Acción
Hoy, en cada decisión que tome me preguntaré: ¿Lo haría Jesús?, consciente de que es Jesús quien está viviendo en mí.
Fuentes:
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), ACI Prensa, Frailes Dominicos de Oviedo.
Verificado:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2024-2025, Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR).