Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones. Jueves, 30 de enero de 2025.


Tiempo Litúrgico: Ordinario. Semana III.
   Color del día: Verde.  


Antífona de entrada

Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor toda la tierra. Honor y majestad le preceden, fuerza y esplendor están en su templo.

Oración colecta

Dios todopoderoso y eterno, orienta nuestros actos según tu voluntad, para que merezcamos abundar en buenas obras en nombre de tu Hijo predilecto, Él, que vive y reina contigo.

PRIMERA LECTURA
Llenos de fe, mantengámonos firmes
en la esperanza que profesamos y
fijémonos los unos en los otros
para estimularnos a la caridad.

Lectura de la carta
a los Hebreos 10, 19-25

Hermanos, teniendo libertad para entrar en el santuario, en virtud de la sangre de Jesús, contando con el camino nuevo y vivo que él ha inaugurado para nosotros a través de la cortina, o sea, de su carne, y teniendo un gran sacerdote al frente de la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero y llenos de fe, con el corazón purificado de mala conciencia y con el cuerpo lavado en agua pura.

Mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos, porque es fiel quien hizo la promesa.

Fijémonos los unos en los otros para estimularnos a la caridad y a las buenas obras; no faltemos a las asambleas, como suelen hacer algunos, sino animémonos tanto más cuanto más cercano veis el Día.

Palabra de Dios.

Reflexión sobre la Primera Lectura

Ya desde tiempo de la primera comunidad, seguramente que algunos de los cristianos pensaban, como lo hacen hoy en día, que no es necesario el asistir a la misa dominical, que basta con creer en Cristo (hoy incluso solo dicen creer en Dios), por ello el autor de la Carta invita con vehemencia a no dejar de asistir a la asamblea dominical.

Ciertamente es fundamental la creencia en Cristo, sin embargo, es en la asamblea dominical, en la Misa, en donde se da el culto perfecto a Dios, y al escuchar la Palabra y recibir la Eucaristía se fortalece la fe, la esperanza y la caridad.

Además, es la oportunidad de convivir con los hermanos que creen como nosotros y que están buscando vivir el Evangelio, es la oportunidad para crecer en el amor y la alegría fraterna.

No dejemos nuestra Celebración Eucarística cada domingo, recordemos las palabra de Jesús: "Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna".

Salmo responsorial
Sal 23, 1b-2. 3-4ab. 5-6

R. Esta es la generación
que busca tu rostro, Señor.
  • Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R.
  • ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R.
  • Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Esta es la generación que busca al Señor, que busca tu rostro, Dios de Jacob. R.

Aclamación antes del Evangelio
Sal 118, 105

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. R.

EVANGELIO
La lámpara se trae para ponerla en
el candelero. La medida que uséis
la usarán con vosotros.

Lectura del santo Evangelio
según san Marcos 4, 21-25

En aquel tiempo, Jesús dijo al gentío: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama?, ¿no es para ponerlo en el candelero? No hay nada escondido, sino para que sea descubierto; no hay nada oculto, sino para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga».

Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene».

Palabra del Señor.

Reflexión sobre el Evangelio

Jesús en este pasaje nos da dos enseñanzas, la primera sobre nuestro ser cristiano, el cual debe notarse y la segunda, sobre la caridad y el respeto a los demás. Quisiera insistir en la primera, que es la base para la segunda.

No basta ser bautizados, dentro de nosotros se esconde un misterio que tiene que manifestarse a los demás. Dios ha puesto su Espíritu Santo y su Palabra, en cada uno de nosotros, como una luz que no puede quedarse sólo en nuestro corazón, sino que ha de ser conocida y amada por toda la humanidad. 

En la medida que dejemos que el Espíritu dirija nuestra vida y hablemos de Jesús a los que nos rodean, en esa medida la luz brilla y el reino de los cielos va siendo una realidad.

No tengamos miedo de dejar que Jesús y la vida en el Espíritu se transparenten en nosotros. Somos el instrumento por el cual el mundo conocerá de una manera más clara a Dios. ¿Es tu vida un reflejo de la vida del Espíritu?

Antífona de comunión

Contemplad al Señor y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará.

Comunión espiritual

Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.

Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.

Y como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén

Oración después de la comunión

Concédenos, Dios todopoderoso, que cuantos hemos recibido tu gracia vivificadora nos gloriemos siempre del don que nos haces. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración

Señor, gracias por el gran regalo de la Misa, gracias por hacerte presente en la Eucaristía, en la Palabra y en mis hermanos. Dame un profundo amor y pasión por esa fiesta de tal modo que no solo quiera ir cada domingo sino que entre semana sienta también esa necesidad de celebrarte con toda tu iglesia.

Acción

Hoy haré los arreglos necesarios para no faltar ningún domingo a misa.

Fuentes:
Archidiócesis de Madrid, Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), ACI Prensa.
Verificado:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2024-2025, Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR).