Lecturas de la Misa del día y su reflexión. Sábado, 5 de abril de 2025.


Tiempo Litúrgico: Cuaresma. Semana IV.
   Color del día: Morado.  


Antífona de entrada
Sal 17, 5-7

Me cercaban olas mortales, me envolvían las redes del abismo; en el peligro invoqué al Señor, desde su templo él escuchó mi voz.

Oración colecta

Te pedimos, Señor, que tu acción misericordiosa mueva nuestros corazones, ya que sin tu ayuda no podemos complacerte. por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA
Yo, como manso cordero,
era llevado al matadero

Lectura del libro de
Jeremías 11, 18-20

El Señor me instruyó, y comprendí, me explicó todas sus intrigas.

Yo, como manso cordero, era llevado al matadero; desconocía los planes que estaban urdiendo contra mí: «Talemos el árbol en su lozanía, arranquémoslo de la tierra de los vivos, que jamás se pronuncie su nombre».

Señor del universo, que juzgas rectamente, que examinas las entrañas y el corazón, deja que yo no pueda ver cómo te vengas de ellos, pues a ti he confiado mi causa.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 7, 2-3. 9bc-10. 11-12

R. Señor, Dios. mío, a ti me acojo.
  • Señor, Dios mío, a ti me acojo, líbrame de mis perseguidores y sálvame, que no me atrapen como leones y me desgarren sin remedio. R.
  • Júzgame, Señor, según mi justicia, según la inocencia que hay en mí. Cese la maldad de los culpables, y apoya tú al inocente, tú que sondeas el corazón y las entrañas, tú, el Dios justo. R.
  • Mi escudo es Dios, que salva a los rectos de corazón. Dios es un juez justo, Dios amenaza cada día. R.

Aclamación antes del Evangelio
Cf. Lc 8, 15

R. La salvación y la gloria y el poder son del Señor Jesucristo.

Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios con un corazón noble y generoso, la guardan y dan fruto con perseverancia. R.

EVANGELIO
¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?

Lectura del santo Evangelio
según san Juan 7, 40-53

En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: «Este es de verdad el profeta».

Otros decían: «Este es el Mesías».

Pero otros decían: «¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».

Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.

Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.

Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: «¿Por qué no lo habéis traído?»

Los guardias respondieron: «Jamás ha hablado nadie como ese hombre».

Los fariseos les replicaron: «¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos».

Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: «¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?».

Ellos le replicaron: «¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».

Y se volvieron cada uno a su casa.

Palabra del Señor.

Reflexión sobre el Evangelio

El problema de los fariseos era que ellos tenían su idea ya fija del "modelo" de Mesías que necesitaban y de cómo debía ser el mesías, según "su" interpretación de las Escrituras. Y resultó que era totalmente diferente. Jesús era un hombre lleno de libertad, de amor para todos: amigos y enemigos, extranjeros y propios. Un hombre que hablaba de reconciliación, no de odio; de humildad, no de poder; de paz y no de guerra.

Su vida se convertía así en una forma diferente de comprender a Dios, no como el Dios de las victorias, sino como Padre. Esta visión no cuadraba con sus ambiciones de poder, de riqueza, de prepotencia; por tanto, había que quitarlo de en medio. Hoy pasa lo mismo en muchos de nuestros cristianos, que esperan un "mesías" que cuadre con sus "necesidades", que venga a realizar sus expectativas.

Hermanos, Jesús es el Mesías enviado por Dios para dar vida y libertad a nuestras vidas; para dejar atrás los formalismos estériles, para conducir nuestra vida por el camino del amor y de la reconciliación; para llevarnos a experimentar el amor dulce y poderoso del Padre del cielo y finalmente introducirnos en el Reino de Dios.

Si ésta no es la expectativa de Jesús para tu vida. ¡Cámbiala!, y acepta a Jesús como lo que realmente es: "El Hijo de Dios vivo".

Antífona de comunión
Cf. 1 Pe 1, 18-19

Hemos sido liberados con su sangre preciosa, como la de un Cordero sin defecto y si mancha, Cristo

Comunión espiritual

Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.

Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.

Y como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén

Oración después de la comunión

Que tus santos misterios nos purifiquen, Señor, y, por su acción eficaz, nos vuelvan agradables a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Fuentes:
Archidiócesis de Madrid, Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), ACI Prensa.
Verificado:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2024-2025, Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR).