Redacción ACI Prensa
El sábado es tradicionalmente el día dedicado a la Virgen María, por ello compartimos esta oración mariana que se puede rezar el sábado anterior de Navidad (18 de diciembre) para darle gracias a aquella que lo dio todo por darnos al Reconciliador y para que, por su intercesión, Jesús también nazca en nuestros corazones.
La familia se reúne en un lugar apropiado de la casa, en torno a una imagen de Santa María.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
LECTOR:
Al dar gracias a Dios que nos ha dado a su Hijo, debemos dar gracias también a la virgen María. Con su "Sí" a las palabras del Arcángel, por obra del Espíritu Santo, se convirtió en la Madre de Dios y en Madre nuestra, y en la noche de Belén "irradió sobre el mundo la luz eterna, Jesucristo nuestro Señor".
Demos gracias a Santa María porque Ella lo dio todo por nuestra reconciliación y pidámosle para que nuestros corazones estén siempre dispuestos a acogerla y con Ella a su Divino Hijo.
ORACIÓN:
Gracias por ser Santa María.
Gracias por haberte abierto a la gracia, y a la escucha de la Palabra, desde siempre.
Gracias por haber acogido, en tu seno purísimo, a quien es la Vida y el Amor.
Gracias por haber mantenido tu "Hágase" a través de todos los acontecimientos de tu vida.
Gracias por tus ejemplos dignos de ser acogidos y vividos.
Gracias por tu sencillez, por tu docilidad, por esa magnífica sobriedad, por tu capacidad de escucha, por tu reverencia, por tu fidelidad, por tu magnanimidad, y por todas aquellas virtudes que rivalizan en belleza entre sí y que Dios nos permite atisbar en Ti.
Gracias por tu mirada maternal, por tus intercesiones, tu ternura, tus auxilios y orientaciones.
Gracias por tantas bondades.
En fin, gracias por ser Santa María, Madre del Señor Jesús y nuestra. Amén.
LECTOR:
Invoquemos al Señor Jesús, Reconciliador del mundo, recurriendo confiados a la intercesión de su Santa Madre. Digamos a cada invocación:
R. Que tu Santa Madre, Señor, interceda por nosotros.
Sálvanos, Señor, por tu anunciación-encarnación, R.
Sálvanos, Señor, por tu nacimiento en Belén, R.
Sálvanos, Señor, por tu presentación en el templo, R.
Sálvanos, Señor, por tu santo bautismo, R.
Sálvanos, Señor, por tu pasión y tu cruz, R.
Sálvanos, Señor, por tu muerte y sepultura, R.
Sálvanos, Señor, por tu santa resurrección, R.
Sálvanos, Señor, por tu gloriosa ascensión, R.
Sálvanos, Señor, por tu don del Espíritu Santo, R.
Sálvanos, Señor, cuando vengas en la gloria, R.
LECTOR:
A nuestras peticiones responderemos:
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
Concede al Santo Padre, el Papa Francisco, y a nuestro Arzobispo (se dice el nombre del Arzobispo u Obispo) vida y salud y renuévalos en su ministerio y en su santidad de vida.
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
Ilumina las mentes de los gobernantes en la búsqueda del bien común, de la paz y la reconciliación.
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
Escucha el llanto de los que sufren, la oración de los perseguidos a causa de su fe, la invocación de las víctimas inocentes.
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
Guía a la conversión a cuantos se han alejado de ti.
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
Muestra la luz de tu rostro a cuantos te buscan con sinceridad de corazón. /
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
Ayúdanos Madre nuestra a que nuestro hogar sea como el de Nazaret, un cenáculo de comunión en el amor.
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
TODOS:
Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.
ORACIÓN:
Oh Dios, tú has manifestado al mundo entre los brazos de la Virgen Madre a tu Hijo, gloria de Isabel y luz de los pueblos; haz que en la escuela de María aprendamos a adherirnos al Señor Jesús y reconozcamos en Él al único Salvador del mundo ayer, hoy y siempre.
Él vive y reina por los siglos. Amén.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fuente: