El Papa: Es hora de que laicos y pastores caminen juntos, en la Iglesia y en el mundo

El Papa Francisco defiende el papel de los laicos en la Iglesia. Crテゥdito: Vatican Media

18 febrero 2023
Andrea De Angelis - Ciudad del Vaticano | Vatican News

筐、筐、 Francisco recibiテウ en el Vaticano a los presidentes y referentes de las Comisiones para los laicos de las Conferencias Episcopales, seテアalテ。ndoles el camino a recorrer juntos para llegar a "un Pueblo de Dios en misiテウn", recordando que "para ser misionera la Iglesia estテ。 llamada a ser sinodal". Del Papa el llamamiento para que se valore mテ。s a los laicos, especialmente a las mujeres.

"Dios estテ。 mostrando a la Iglesia el camino de la comuniテウn, de caminar juntos", una invitaciテウn a "superar las vテュas paralelas que nunca se encuentran". Lo dijo el Papa recibiendo esta maテアana en el Aula del Sテュnodo a los presidentes y referentes de las Comisiones para los laicos de las Conferencias Episcopales que participan en la Conferencia promovida por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida

Al hacerlo, Francisco recordテウ que "la necesidad de valorar a los laicos no depende de alguna novedad teolテウgica", sino que se basa en "una correcta visiテウn de la Iglesia", la de "la Iglesia como Pueblo de Dios, del que los laicos forman parte de pleno derecho junto con los ministros ordenados".

Del Papa la invitaciテウn a los cerca de doscientos presentes a "recuperar una eclesiologテュa integral", que ponga el acento en la unidad y no en la separaciテウn, donde "el laico no es el no religioso, sino el bautizado", y se le aplique el tテゥrmino "discテュpulo, hermano", como se aplicaba en el Nuevo Testamento a todos, "fieles laicos y ministros ordenados".

Superar los modos autテウnomos de actuar

Francisco comenzテウ recordando a los presentes que "todavテュa queda mucho camino por recorrer para que la Iglesia viva como un cuerpo, como un verdadero Pueblo", pero es Dios quien muestra el camino a seguir, ese "vivir mテ。s intensa y concretamente en comuniテウn". Asテュ, el Obispo de Roma habla de las muchas "vテュas paralelas que nunca se encuentran" y que estamos llamados a superar:

El clero separado de los laicos, los consagrados separados del clero y de los fieles, la fe intelectual de ciertas テゥlites separada de la fe popular, la Curia romana separada de las Iglesias particulares, los obispos separados de los sacerdotes, los jテウvenes separados de los ancianos, los cテウnyuges y las familias poco implicados en la vida comunitaria, los movimientos carismテ。ticos separados de las parroquias, etcテゥtera. Esta es la tentaciテウn mテ。s grave en este momento.

Un pueblo unido en la misiテウn

El Papa subrayテウ que todo el Pueblo de Dios estテ。 unido por una テコnica fe, no es "ni populismo ni elitismo, sino el santo Pueblo fiel de Dios", que estテ。 "animado por el mismo Espテュritu santificador y orientado a la misma misiテウn de anunciar el amor misericordioso de Dios Padre". Este テコltimo aspecto, estar unidos en la misiテウn, es decisivo:

La sinodalidad encuentra su fuente y su fin テコltimo en la misiテウn: nace de la misiテウn y estテ。 orientada a la misiテウn. Compartir la misiテウn, en efecto, acerca a pastores y laicos, crea comuniテウn de intenciones, manifiesta la complementariedad de los distintos carismas y, por tanto, suscita en todos el deseo de caminar juntos.

No faltan ejemplos, empezando por Cristo, pasando por san Pablo y llegando hasta los "grandes momentos de impulso misionero en la Iglesia":

Lo vemos en el mismo Jesテコs, que se rodeテウ, desde el principio, de un grupo de discテュpulos, hombres y mujeres, y viviテウ con ellos su ministerio pテコblico. Nunca solo. Y cuando enviテウ a los Doce a anunciar el Reino de Dios, los enviテウ "de dos en dos". Lo mismo vemos en San Pablo, que siempre evangelizテウ junto con colaboradores, incluidos laicos y parejas casadas. No solo. Y asテュ fue en los momentos de gran renovaciテウn e impulso misionero en la historia de la Iglesia: pastores y fieles laicos juntos. No individuos aislados, ツ。sino un pueblo que evangeliza! El Pueblo santo de Dios.

Todos somos discテュpulos

Tras recordar la importancia de la formaciテウn de los laicos, "indispensable para vivir la corresponsabilidad" siempre que no sea "escolテ。stica, limitada a ideas teテウricas", sino "tambiテゥn prテ。ctica", el Pontテュfice invitテウ a todos a recuperar una eclesiologテュa integral, "como en los primeros siglos, en la que todo se unifica en la pertenencia a Cristo", superando asテュ "una visiテウn sociolテウgica que distingue clases y rangos sociales y que se basa fundamentalmente en el poder asignado a cada categorテュa":

El acento debe ponerse en la unidad y no en la separaciテウn. El laico, mテ。s que como "no clテゥrigo" o "no religioso", debe ser considerado como bautizado, como miembro del pueblo santo de Dios, es el sacramento que abre todas las puertas. La palabra "laico" no aparece en el Nuevo Testamento, sino que habla de "creyentes", "discテュpulos", "hermanos", "santos", tテゥrminos aplicados a todos: fieles laicos y ministros ordenados.

El pensamiento del Papa se dirige despuテゥs a la Carta a la Iglesia de Laodicea, "cuando Jesテコs dice estoy a la puerta y llamo". Pero "hoy el drama de la Iglesia es que Jesテコs sigue llamando a la puerta, ツ。pero desde dentro porque no le dejamos salir! Tantas veces la Iglesia estテ。 aprisionada, no logra dejar salir al Seテアor. El Seテアor vino para la misiテウn y quiere que seamos misioneros".

Mayor colaboraciテウn

Esta corresponsabilidad vivida entre laicos y pastores permitirテ。 "superar dicotomテュas, miedos y diferencias recテュprocas". Para Francisco, "es hora de que pastores y laicos caminen juntos, en todos los テ。mbitos de la Iglesia y en todas las partes del mundo". De ahテュ la llamada a una mayor valoraciテウn de los laicos, pensando especialmente en las mujeres:

Los fieles laicos no son "huテゥspedes" en la Iglesia, estテ。n en su casa, por lo que estテ。n llamados a cuidar de su propia casa. Los laicos, y especialmente las mujeres, deben ser mテ。s valorados en sus competencias y en sus dones humanos y espirituales para la vida de las parroquias y de las diテウcesis. Pueden llevar el anuncio del Evangelio en su lenguaje "cotidiano", comprometiテゥndose en diversas formas de predicaciテウn. Pueden colaborar con los sacerdotes en la formaciテウn de niテアos y jテウvenes, ayudar a los novios en su preparaciテウn al matrimonio y acompaテアarles en su vida conyugal y familiar. 

Deben ser siempre consultados en la preparaciテウn de nuevas iniciativas pastorales a todos los niveles, local, nacional y universal. Deben tener voz en los consejos pastorales de las Iglesias particulares. Deben estar presentes en las oficinas de las diテウcesis. Pueden ayudar en el acompaテアamiento espiritual de otros laicos y tambiテゥn aportar su contribuciテウn en la formaciテウn de seminaristas y religiosos.

A continuaciテウn, el Pontテュfice recuerda una pregunta que le hicieron, a saber, si un laico puede ser director espiritual. La respuesta es que se trata de "un carisma laical, no sacerdotal", depende de "si el Seテアor te da la capacidad para hacerlo". De ahテュ la importancia del papel de los laicos tambiテゥn en ambientes seculares:

Y, junto con los pastores, deben llevar el testimonio cristiano en los ambientes seculares: el mundo del trabajo, de la cultura, de la polテュtica, del arte, de la comunicaciテウn social.

Finalmente, del Papa una advertencia: no caer en el clericalismo. "Los laicos clericalizados -dice- son una plaga en la Iglesia".

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