Lecturas de la Misa del día y su reflexión. Sábado, 3 de junio de 2023.


Tiempo Litúrgico: Ordinario - Semana VIII.
   Color del día: Rojo.  


Primera Lectura
Del libro del Eclesiástico
(Sirácide) (51, 17-27)
Le doy gracias al que me
ha concedido sabiduría

Te doy gracias y te alabo, Señor, y bendeciré tu nombre para siempre.

Desde mi adolescencia, antes de que pudiera pervertirme, decidí buscar abiertamente la sabiduría. En el templo se la pedí al Señor y hasta el fin de mis días la seguiré buscando. Dio su flor y maduró, como racimo de uvas, y mi corazón puso en ella su alegría.

Mi pie avanzó por el camino recto, pues desde mi juventud seguí sus huellas; tan pronto como le presté oídos, la recibí y obtuve una gran instrucción. La sabiduría me ha hecho progresar, por eso glorificaré al que me la concedió.

Decidí ponerla en práctica, busqué ardorosamente el bien y no quedé defraudado. Luché por ella con toda mi alma, cumpliendo cuidadosamente la ley.

Levanté mis brazos hacia el cielo y deploré conocerla tan poco. Concentré en ella mis anhelos y con un corazón puro la poseí. Desde el principio ella me conquistó, por eso jamás la abandonaré.

Salmo responsorial
(Sal 18, 8. 9. 10. 11)
R/ Los mandatos del Señor
alegran el corazón.
  • La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R.
  • En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R.
  • La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R.
  • Más deseables que el oro y las piedras preciosas las normas del Señor, y más dulces que la miel de un panal que gotea. R.

Evangelio
† Del santo Evangelio
según san Marcos (11, 27-33)
¿Conqué autoridad haces todo esto?
 
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron de nuevo a Jerusalén, y mientras Jesús caminaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le preguntaron: “¿Con qué autoridad haces todo esto? ¿Quién te ha dado autoridad para actuar así?”

Jesús les respondió: “Les voy a hacer una pregunta. Si me la contestan yo les diré con qué autoridad hago todo esto. El bautismo de Juan, ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contéstenme”.

Ellos se pusieron a razonar entre sí: “Si le decimos que de Dios, nos dirá: ‘Entonces ¿por qué no le creyeron?’, y si le decimos que de los hombres...” Pero, como le tenían miedo a la multitud, pues todos consideraban a Juan como verdadero profeta, le respondieron a Jesús: “No lo sabemos”. Entonces Jesús
les replicó: “Pues tampoco yo les diré con qué autoridad hago todo esto”.

Reflexión sobre el Evangelio

Jesús, después de purificar el templo, se enfrenta con los fariseos que cuestionan lo que Jesús ha hecho. Y es que todos los que hacen el mal, los que no viven conforme a la enseñanza de Jesús, en cuanto se ven amenazados sus intereses, reaccionan violentamente. Esto le ocurre a cualquier discípulo de Cristo que busque, con "celo", vivir lo que está en la Escritura. Rápidamente emergerán las personas que, al igual que a Jesús, también a nosotros nos preguntarán: "¿con qué autoridad haces esto?"

Sólo para iluminar el ejemplo con algo que tiene que ver con nuestra sociedad, pensemos en las reacciones violentas que tienen los médicos abortistas cuando los cristianos, protegiendo el derecho de la vida desde su concepción hasta la muerte, se ponen enfrente de las clínicas abortistas a protestar y denunciar el asesinato que se comente en esas clínicas, para buscar convencer a las chicas que no maten a sus hijos. La mayoría de las veces son removidos por la policía y siempre cuestionados: "y a ustedes ¿quién les dio derecho a meterse en nuestras vidas y nuestros negocios criminales?".

El pasaje de hoy nos invita a no responder con violencia sino con la sabiduría que viene de Dios. Así lo había ya prometido Jesús: "Y cuando los lleven a los tribunales por mi causa; no tengan miedo pues ahí se les inspirará lo que han de decir". El Señor ha prometido no dejarnos solos y fortalecer nuestra defensa con sabiduría "que nadie podrá refutar". Afrontemos con valor y alegría las dificultades que puedan venirnos por cumplir "celosamente" la Palabra de Dios.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro.

Adaptado de:
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa.
Verificado en:
Ordo Temporis, Ciclo A, 2022-2023, Conferencia Episcopal de Costa Rica.